Cuando en una cena del Instituto, después de los postres, con la frasca de los chupitos de licor de orujo más que mediada, una compañera te dice que le gustaría escalar, la verdad es que le das poca credibilidad. Uno que tiene ya más años que pelos en la cabeza ha oido ya muchas veces esas palabras... "tenemos que quedar..." " A ver cuando podemos ir..." " me gustaría, pero..." Y como soy poco dado a hacerme ilusiones pues todo lo dejé en un standby con una pequeña lucecita de esperanza, pequeña, pero lucecita.
Esa compañera era Ana, y al poco se sumó Cris, que probablemente me lo habría dicho algo más tarde y de la que ya no guardaba ni recuerdo de la conversación, y a la que aún di menos credibilidad porque MALDITOS PREJUICIOS!!! no me pegaba que le fuera a gustar escalar.
El caso es que si esa noche hubiera tenido que hacer una apuesta como la que hice algo después, no habría perdido una cena, habría perdido hasta la casa o las llaves del coche, porque tres o cuatro semanas puedo decir con orgullo que tenemos un EQUIPAZO de escaladoras en el IES.
La progresión ha sido brutal, el primer día que se ataron a una cuerda en el roco, subieron las vías que se les planteó y hasta abrieron de primeras las más asequibles.
Al segundo día salen a roca y se llevan el mega proyecto que les vale
la cena de la apuesta, una vía nada sencilla, que requiere escalar
mucho y bien, en la que hay que colocarse, buscar bien los agarres y la
postura y tener la resistencia para superar casi 30 metros de escalada
muy vertical y continua.
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Cris a mitad de "Aspirante a debutante" en Morata, ya tenía el reto en el bolsillo |
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Ana al comienzo de la vía |
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Y acabándola |
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Más de Cris en la misma vía |
Y a la siguiente, Ana se lanza al mundo de la tapia, sube su primer mallo en Riglos en la primera salida (Los kilos te sientan bien) Es el nombre de la vía, 😂
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EMpezando la vía, y empezando en Riglos, ahí es nada!!! |
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Foto de cima |
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Y la última tensión, empezando la bajada |
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Primeros pasos de la vía, de lejos los más difíciles |
Y este finde en su segunda salida vamos a Murillo, a Peña Rueba, nos encontramos con la vía que más se escala por su facilidad ocupada y sin pensárselo me dice que sí a a meternos en Santi Sagaste, una vía de las de verdad, ya no tan fácil, con grados hasta 6a y muuuucho ambiente. Y ¿Cuál podría ser el resultado? Pues que se la merienda sin pestañear, escalando con mucho ritmo, muy bien de horarios, penando en algunos pasos, pero superándolos con un par...
Y ahora qué?? Pues tenemos difícil el imaginar límites para estas dos, al ritmo que van lo que tengo claro es que me quedo sin compis de escalada en dos semanas, porque volarán a proyectos mayores en los que las personas mayores ya no estamos para meternos, jajaja.
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Mucho patio y mucho ambiente en los primeros largos |
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¿Dón de está Wally? Digo Ana? Aquel casco naranja pequeñito de abajo es Ana...jajaja |
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Sufriendo, pero siempre con la sonrisa puesta |
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Ultimo largo, ya olía a cima, se nota en las caras, no??? |
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Y la bajada por la ferrata sur que también tiene lo suyo... |
En cualquier caso de momento disfrutamos el momento, la ilusión de dos ESCALADORAS ya con mayúsculas que se ilusionan con nuevos retos, que progresan con paso firme pero pies en el suelo, y, sobre todo, que afrontan la escalada con una sonrisa, con un buen rollo, y uan felicidad contagiosas... Qué voy a decir de nuestro team?? pues que nos quedan muuuchas escaladas maravilossas por descubrir y compartir y que el orgullo de profe es máximo.
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Ese team!!!!! |
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